lunes, 12 de diciembre de 2022

Como saco de arena

Crepúsculo en el camping Suteba de Necochea. Por Cielo.


  Me he dado cuenta que un montón de personas la pasan mal cuando acampan en un camping, se meten en el océano, o se duchan en un vestuario público. Yo creo que el problema es que nunca entendieron el verdadero concepto de cómo estar en esos lugares. El camping puede estar lleno, inclusive las carpas pueden estar pegadas una al lado de la otra; sin embargo, esta condición puede ser una gran posibilidad para conocer al vecino, pedirle un abrelatas, prestarle un poco de carbón, el destapador, inclusive pegar espalda contra espalda, para poder sentarse en cama india , mientras se degustan los fideos aldentes a la pomarola. Es cierto que para llegar a ese nivel de hermandad, es necesaria una humanidad desbordante en ambos vecinos campamenteros. A mí me paso una vez sola.

  Vayamos a los artículos de camping, qué más da que no tengamos colchón inflable, almohada o reposera. Por supuesto que son dispositivos que ayudan a la comodidad del campamentero. Pero quiero decir una cosa, la verdadera clave para lograr la relajación campamentera, es saber plegar el cuerpo a la superficie que sea. Por ejemplo, ahora mismo, estoy escribiendo este ensayo debajo de la sombra de una multitud de pinos delgados y tambaleantes por el viento. No necesito mesa, ni silla; una mantita sobre el pasto seco, una birome y un cuaderno falopa, me bastan para recrear mi cuerpo mente y alma.  

  Por último, el océano, esa masa de agua sonora, ondulante y enérgica. ¿Cuándo se cansará el océano? Veo como los bañistas confrontan las olas, como si fueran gladiadores del coliseo, cuando en realidad, lo que debe hacer uno, es recostarse suavemente sobre el agua febril y turquesa y dejarse llevar por vaivén de las olas. Florar, flotar, cual nube en un cielo de tormentas.

  ¿De qué sirve tener el cuerpo rígido y nervioso en el vestuario público? De nada, uno tiene que aprender a soltarse como saco de arena en la superficie que sea.

  Hemos dicho, Escondete!

jueves, 1 de diciembre de 2022

Camina

Para Camilo

 

Avanza, no te detengas, no mires.

Aunque se te aflojen las piernas, camina.

¡Por Dios, no te voltees, resiste!

Ni lo pienses, recuerda: ya no eres el mismo.