lunes, 9 de julio de 2012

Decálogo de Escondete!


  1. No existe acto más cobarde que el  hablar mal de una persona que no se encuentra presente. Eso, y fisgonear la vida de los otros por facebook , ó, escribir comentarios sectarios y anónimos  en los sitios más populares de la web, es como pegar por la espalda  un castañazo y esconder la mano, ó peor aún, meterle la traba a un borracho y jactarse de chistoso.
  2. No hacerse el distraído con las personas y cosas que verdaderamente te atraigan. No hay nada más nocivo para nuestro cuerpo que ir contra  lo que deseamos. Piropear, sonreír, guiñar un ojo, abrir los ojos con asombro, bajar los párpados como persianas, y  besar;  son acciones recomendables,  que no deberían faltar en el día a día de cualquier sujeto  sensato  que quiera ser parte de este movimiento.
  3. Siempre tener presente que: Humanos  que ni siquiera contaban con energía eléctrica, han escapado de la cárcel en una noche de tormenta; han migrado acorralados por el hambre y la guerra en barco a un país inhóspito; han fundado periódicos anarquistas; han tenido más de seis hijos; han escrito obras maestras,  para despedirse al fin con una muerte heroica a los treinta y pico de años. Con esto no digo que estemos papando moscas, pero llorar la carta porqué no podemos comprar dólares, ó refunfuñar porque la General Paz está cargada, como que termina siendo una mariconada.
  4. Sentir lástima es un gran acto de soberbia. Creerse el salvador del mundo porque  donaste un pullover  de hilo de los ´90, ó un jean que te quedaba chico no te hace Mahatma Gandhi .
  5. “La libertad  de hacer lo que se quiere es una frase desprovista de sentido cuando no se sabe querer algo”; dijo Errico Malatesta. No podríamos explicar bien el sentido de esta frase, pero estamos completamente de acuerdo.
  6. Aunque no califiques para los créditos hipotecarios del gobierno y te ninguneen el dni por dos meses, no pierdas las esperanzas. Siempre habrá posibilidades si llevás en tu bolsillo un manojo de ideas.
  7. No es necesario contar con un pasado legendario y haber visto a Sumo en Palladium a los nueve años, haber tomado ayahuasca en el Amazonas, ó pasar música en Niceto los lunes a la noche. La onda no se compra, ni se compró nunca muchacho.  Por suerte es gratis, y está a la vuelta de cualquier esquina.
  8. Asumir que uno es un neurótico, que hace pis en la pélela de su hija, que golpea a su pareja mientras duerme, o que  llama a su ex novio para salvar el momento. Son buenos puntos de partidas para saber que tenemos un inconsciente de mierda.
  9. Poder escribir de vez en cuando, tejer una bufanda, salir a caminar bajo el sol despreocupado, fumarte uno con tu primo en la terraza, hablar por teléfono dos horas con tu hermana ó, sacar adelante un merengue italiano, son pequeños  alicientes. Como  encontrar un kiosco abierto un domingo a la una de la mañana. (El peor horario del trabajador, por excelencia).
  10. Por pequeño que te sientas, estás ocupando un espacio. Recordá siempre que esconderse no es desaparecer, es encontrar un buen refugio para poder zafar.