La próxima vez no revolees la ropa tan lejos. No lo encuentro por ningún lado. Ya lo busqué debajo de la cama, en los pliegues de la sabana, sobre los muebles, pero no aparece.
No quiero excusarme, pero la voz aguardentosa de Antonio Fernández
Llorente, no me ayuda en lo más mínimo. Yo probaría con Animal Planet o
Discovery Kids la próxima vez. Hay que buscar otro sonido de ambiente.
La verdad es que veníamos bien, pero el hecho de
levantarme, tener que ir a cerrar la puerta, prender la tele, no sé, me sacaron del clímax… Quizás debamos asumir un margen
de riesgo más alto, como se dice, un peligro inminente. ¿No te parece? El
factor psicológico en el sexo, como en las películas de Hitchcock, es
primordial.
¿No vas a decir nada? ¿Sólo vas a seguir jugando al
tetris? Ya sé que no puedo ir al baño desnudo. Chocolate por la noticia. Aunque
las probabilidades de cruzarme con C son ínfimas, no voy a tomar ese riesgo.
Tuve una imagen, era como si en pleno acto sexual, mi
alma se hubiese elevado hasta el techo. Desde allí observaba a los dos. Tú,
mirando con tus ojos de iguana mi glúteo izquierdo. Yo, nadando desnudo en el tumultuoso
océano.
No sé que me asustaba más: no tener una tabla, de la cual
sostenerme, o el color blanco teta de mi piel bajo el sol tremendo.