lunes, 15 de agosto de 2011

Crónica de las elecciones primarias

Editorial seria de Escondete!


¡El capitalismo está en llamas! O por lo menos, la versión capitalista que imperó en Occidente durante las últimas cuatro décadas. El tradicional concepto liberal de “Laissez Faire”, el cual considera al Estado como un mal necesario y que su existencia como mero instrumento de los gobiernos, sólo debe garantizar la seguridad física y los derechos individuales de las personas, está siendo cuestionado en el mundo. Quizás el ejemplo más claro, sean los miles y miles de chilenos ejerciendo su ciudadanía en las calles de Santiago. Citó uno de los ejemplos más claros, porque la juventud chilena, a diferencia de los jóvenes ingleses, portugueses, españoles, etc.…, tienen en claro quién es su enemigo: el gobierno con tintes pinochetistas de Piñera; y cual es su objetivo inmediato: la educación pública y gratuita, como derecho innegociable.


Hubo y hay una idea, aún vigente, que se impuso después de la caída del muro en el mundo. El escritor japonés Fukuyama tuvo la capacidad de materializarla en su famoso libro: “El fin de la historia y el último hombre”. Básicamente, la idea central que postula el autor, es que los conflictos sociales no son el producto de los intereses antagónicos de las clases, como se pensó políticamente durante la modernidad. Lo que evidencia, que amplios sectores de la población mundial no vislumbran, que la imposibilidad de muchos sea resultado del privilegio de unos pocos. Allá ellos, en este sentido, Latinoamérica está un paso adelante que Europa. Aunque a muchos les pese, esto se cristalizó en las elecciones primarias del día de ayer, donde la candidata a presidente del modelo Nacional y Popular, a pesar de sus contradicciones, le sacó varios cuerpos de ventaja a sus opositores.


No obstante, en Escondete! no somos sociólogos, ni pretendemos serlo. Y tenemos claro que este micro análisis lo puede realizar cualquiera, con un poco de tiempo al cohete y un apunte del CBC como almohada. Lo que resulta verdaderamente imperdible, para nuestros extintos lectores, es la minuciosa tipología del sufragio vertido en las nuevas elecciones primarias, (que deja pintado a Guillermo O´Donell), y como si esto fuera poco, una buena, con más del treinta por ciento, Menem quedó segundo y parece que renueva la banca. Acá va.


Tipología de sufragios:


Voto Salame: De entrada sabe bien a quién va a votar, pero sobre la marcha recuerda una publicidad de Altamira en la que el viejo caudillo llora por 400.000 votos. De repente emerge en él un profundo sentimiento altruista, no quiere al PO proscripto bajo ningún punto de vista. Resultado: se complica en el corte de boleta y termina votando para la intendencia de Esteban Echeverría a un obrero trosko. Cuando sale de votar encuentra la boleta de Cristina en el bolsillo trasero del jean. Se putea a si mismo.


Voto Charleta: El votante auspicioso. Vota a Cristina para presidente y a la flamante agrupación Nuevo Encuentro para el resto de los cargos. Dice que va a ir temprano, pero aparece después de las doce. En el tumulto de la puerta se enfila detrás de una embarazada y evita la larga cola. Se trenza en una discusión sobre la ley electoral con el fiscal de mesa y fuma adentro del cuarto oscuro. Tiene objetivos loables, pero ni la más puta idea de cómo concretarlos. Termina almorzando a las cuatro de la tarde ravioles del Coto.


Voto “Gran Hermano”: Este tipo de votante surgió con el advenimiento de los nuevos realitys. Vota los candidatos fundamentalmente por la cara. No puede entender porqué no se elige a los candidatos por SMS ó por un 0800. Antes de elegir, estudia si el candidato fue vedette, actor, capocómico o corredor de autos. Habita principalmente en la zona del litoral medio de nuestra región, más precisamente en Santa Fé.


Voto Garca: Se localiza a este tipo de votante en comunas como Recoleta, Belgrano, Colegiales. Baja de su auto con una expresión de enorme fastidio por concurrir a un establecimiento público. Suele llevar gafas espejadas, zapatos náuticos y le encarga el bolso de tenis al fiscal de la Coalición Cívica. Por recomendación médica, vota al candidato que le asegure reproducir sus condiciones de vida burguesa.


Voto Gonca: Un votante guiado por el temor, a la inseguridad, a la pobreza, a la inflación, a las tormentas, etc. Es capaz de aliarse con el mismísimo demonio con tal de garrapatear un voto y se engancha bastante con la institucionalidad mentirosa. Vota a Alfonsín y pierde, pero está contento. Con el resultado de las elecciones puede calcularse el porcentaje de tibios por metro cuadrado.


Voto Derrota: Maneja un dialecto que desconoce la mayoría de los mortales. Le gustan los desafíos imposibles, es un soñador. Inocula la boleta de Alicia Argumedo en el sobre sintiendo que le pinta la cara al Tío Sam, que coloca una flor en la punta de un fusil, que vuelve el Foro Social Mundial… Regresa a su casa disfrutando el sol de la tarde, escuchando Jorge Drexler y ni se entera de que quedaron afuera de las elecciones presidenciales.


Hemos dicho: Escondete!