domingo, 8 de diciembre de 2019

Hablarte

La pieza estaba casi en penumbras. Solo una luz tenue y lunar
alumbraba tímidamente la habitación.Abel entró sin cerrar la puerta. Los hombros cargaban el cansancio del
día; la camisa caía sobre el pantalón. Lo único que quería era
desplomarse sobre el colchón y desvanecerse. El dormitorio era pequeño
y muy acogedor. Una cama ancha y onírica ocupaba casi toda la
superficie de la pieza. También había un velador con la bombita
quemada y unos libros viejos contra la pared escrita. En fibra negra e
indeleble y letra grande y redonda asomaba un poema abierto del
escritor Walt Whitman. Decía:“Desconocido si al pasar me encuentras y deseas hablarme ¿Por qué no
habrías de hacerlo? ¿Y por qué no habría de hacerlo yo?”Abel era una persona sumamente callada. No porque no quisiera hablar
o porque no tuviera algo importante que decir, sino porque era
tartamudo. Le costaba un esfuerzo sobrehumano poder pronunciar una
frase completa que se armara con más de cinco palabras. Debido a su
tartamudez quedaba siempre al margen de cualquier conversación. Esta
condición lo convirtió en una persona solitaria y casi muda.Estaba agotado, había trabajado de sol a sol y a la noche se había
aburrido en el cumpleaños de su abuela.Algunos comentarios resonaban todavía en la cabeza. No recordaba si
los había escuchado en la tele, o de la boca de sus primas. La
candidatura política de una vedette, violación de ancianas, la deuda
externa...Hundió lentamente la cabeza en la almohada y disfrutó de ese
maravilloso instante que se tiene antes de dormir. El sueño repitió la
temática de noches anteriores. A veces era una señora que se vestía
con ropa apretada; una quiosquera que le gritaba a sus hijos mientras
se hundía en el freezer y hurgaba helado con una cuchara de lata. Las
piernas elongadas y la cintura corva prologaban un banquete de reyes
para un solo comensal. Pero esta vez, el sueño dibujó a la morocha que
habitualmente tomaba el colectivo con él. Una señorita con senos
belicosos que eran arrebatados por miradas furtivas y ansiosas.Siempre eran mujeres que se cruzaban en su vida, que las deseaba,
pero a las que nunca se había animado a hablar.Se despertó aún más cansado que cuando se acostó. Despegó la
espalda de la sábana y se sentó en cuclillas contra el respaldo de la
cama. Descubrió con vergüenza, entre sus piernas, las huellas de una
erección.Mientras se cambiaba leyó por enésima vez el poema de Whitman.Ya no era necesario que lo leyera. Lo sabía de memoria. Eso sí, nunca lo
recitó.
Mauro.

Ahora

Stencil hecho por Dalila Méndez. 




VII Feria del Libro Independiente



Libros, revistas, objetos y amigos de todas clases.
Acercate a la feria amiga y pasala lindo.
Los esperamos en el puesto de Escondete!

Este sábado 3 y domingo 4 de mayo de 12 a 22 hs.
Dir: Federico Lacroze 4181, sexto y segundo piso, Chacarita.




Se Viene la 5ta FLIA!!!


¡Escondete te invita a tomar la leche!

¡Vos traete las galletitas!

Buscá el mantel fucsia.


*20 de Octubre*

en la Facultad de Filosofia y Letras Puan 480- Caballito 12 a 22hs. Más de 80 Puestos de escritores y editoriales independientes, fanzines y publicaciones alternativas, medios y colectivos de informacion exposición de arte visual, proyección de cortos, poesía y musica en vivo.


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* En esta edicion de la FLIA sortearemos libros!

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lunes, 22 de julio de 2019

lunes, 8 de julio de 2019

Cambio de Weltanschauung en el Pro.

Increíble vuelco político en el pro. "Juntos por el Cambio" ha cambiado radicalmente su discurso político para estas nuevas elecciones 2019. Sus agentes culturales han dejado atrás el discurso liberal conservador seudobíblico, que tan buenos resultados les dio en las dos últimas elecciones -2015/17- para impulsar y difundir un nuevo discurso materialista dialéctico histórico para estas elecciones. 




En diálogo con Escondete! el asesor presidencial, Jaime Duran Barba, confía en las ventajas de pronunciar un discurso materialista histórico para este año electoral. "Parafraseando a karl Marx en la Introducción a la Critica de la Economía política" dijo Jaime Duran Barba con los ojos altivos y continuó "creemos en el paso del eslogan liberal seudobíblico de ¡Si se puede! o ¡Cambiemos! a un eslogan más bien de corte socialista científico. 
Antes de que se marche, nuestro cronista alcanzó a preguntarle: ¿Cuál sería el nuevo eslogan de campaña entonces? "De la utopía a la ciencia y de la ciencia a la acción" concluyó Jaime Duran Barba, acariciando su nueva barba tupida y se marchó.

Hemos dicho Escondete!

sábado, 22 de junio de 2019

Juntos por el cambio





¡Juntos estamos cambiando!


Desocupación -personas que, no teniendo ocupación, están buscando activamente trabajo- en Gran Buenos Aires 11, 1%.

Gracias a nuestra gestión ya llegamos a los dos dígitos de desocupación. En las próximas elecciones necesitamos que te importe un bledo el hambre de millones de argentines. ¡Claro que si! Tu goce frente al sufrimiento de otras personas nos importa mucho. Necesitamos de tu comportamiento sádico como ciudadano e incluso masoquista para las próximas elecciones.


Es un mensaje de la Presidencia de la Nación.


sábado, 19 de enero de 2019

El millonario suicida


  Todo el mundo habla de Piglia, pero yo les voy a contar la verdad, el libro más interesante que escribió Ricardo Piglia, se llama “Formas Breves” (1999). No es un libro de cuentos, ni una novela; sino que es un libro de teoría literaria. Cual pez en el agua, es en el ámbito en que mejor se desenvuelve el  escritor de Adrogué.
  En su tesis sobre el cuento, Ricardo Piglia, revela una idea para un cuento, que Chejov escribió en uno de sus cuadernos de viaje:
  “Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a su casa, se suicida.”
  Ricardo Piglia utiliza esta anotación que hizo Chejov, para demostrar el carácter doble del cuento, quiero decir que el gran aporte a la literatura de los cuentistas clásicos, además de sus finales imprevistos, son las dos historias que se van hilvanando al escribir un cuento, una historia superficial, que es la que se muestra al público lector, y otra historia subterránea u oculta, podríamos decir, que como una puñalada en la boca del estómago, se revela al final del texto.
  El trabajo del cuentista clásico sería mostrar algunos elementos en la superficie del relato y dejar que el lector construya el verdadero significado de la narración, que es todo aquello que reside debajo de la superficie. No estoy diciendo nada nuevo, es la teoría archiconocida del iceberg, de Ernest Hemingway (1899-1961).
  El escritor que rompe con esta manera de escribir cuentos, sin lugar a dudas, es Raymond Carver, aunque creo que también lo hacen varios otres. Jerome Salinger, Lucía Berlín, son los que ahora me vienen a la mente.
  Lo maravilloso de Carver, es que en su obra, que los críticos denominaron como realismo sucio, hay siempre un hilo amenazante, en cualquier momento, los protagonistas de sus cuentos podrían volarse la cabeza de un escopetazo, pero no lo hacen, resisten estoicamente, a pesar de haberse separado de su pareja, o haber perdido todos sus bienes en un embargo, ellos deciden mantenerse en pie. Los personajes de los cuentos de Carver, vendrían a ser lo inverso al protagonista de la idea del cuento de Chejov, (que gana un millón y luego se suicida). Ellos son ciegos, alcohólicos recuperados o en recuperación, sujetos depresivos, mujeres de clases sociales bajas, pero sin embargo la siguen luchando, no se suicidan. Grisel los llama algo así como los escritores de la resiliencia.
  Me encantan los escritores de la resiliencia. Se me viene ahora a la cabeza el escritor Karl Marx, el escritor de la obra más importante de la modernidad, El Capital (1867), que la escribió en una mesa rodeado de chiquitos que tironeaban de su barba y tomaban el té con un mendrugo de pan, mientras los cobradores golpeaban la puerta de su pensión, intentando vanamente cobrar sus deudas. Quiero decir, que en esas circunstancias, él creó la teoría del plusvalor.
  No me quiero dispersar, porque antes de finalizar este pequeño ensayo, quiero contarles algo importante. ¿Ustedes saben porque el hombre que va al casino de Montecarlo, gana un millón, vuelve a su casa y se suicida? ¿No lo saben? Bueno yo si lo sé, pero no se los voy a contar, porque como dice Paul Auster, que escribió dos grandes  novelas que se llaman: “El Palacio de la luna” (1989) o “Leviatán” (1992), pero que también, hay que decirlo, escribió un montón de novelas malas, como “Viaje al Scriptorium” (2006). Bueno, el escritor prolífico de Nueva Jersey, dice, escuchen, que  es trabajo de cada lector crear su propia experiencia, habitar ese espacio, al cual, la prosa del escritor no llega. Por esta razón, queridísimos lectores, no les voy a contar cual es la razón que lleva a ese hombre a tomar tan extrema decisión. Es importante que lo piensen, porque si no es así, pueden caer en el mismo error garrafal que tuvo el capitán del Titanic, que creyó que la punta de un icerberg, era simplemente un cubito de hielo…