Lord Voldemort
Templo del sol. Machu Picchu. |
09/01
Partimos a las 19.00 horas desde el aeropuerto internacional
Ministro Pistarini de la ciudad de Ezeiza hacia la ciudad de Lima, Perú.
Viajamos por la línea aérea de bandera: Aerolíneas Argentinas,
en un avión Boing 737 que iba hasta las manos. Minutos después de despegar, un
pasajero retó a Cielo por golpear la parte trasera de su asiento. La señora que
viajaba al lado de Griselda, una fila atrás, la alertó:
-Señora, señora, están llamando la atención a su niña-
Griselda se paró inmediatamente y observó al hombre con su
mirada severa. El muchacho bajó su cabeza y regresó a su asiento cual serpiente
de Voldemort a la cueva de las tinieblas.
La llama que llama
Llamas y alpacas en el patio de un mercado de Cusco. |
Cusco. La filosofía vitalista del hombre andino considera
que lo hombres y las mujeres, los animales, las plantas, incluso las piedras,
tienen el mismo nivel de hermandad por ser productos de la madre tierra. Por
esta razón, aquí la llama es un miembro más en la familia tradicional cusqueña.
La cholita la alimenta con mamadera de leche y alfalfa. Llevan nombres de
personas, como Pablo, Pedro y Paco. El día de su cumpleaños lo celebran con
mucho ahínco, chicha y cerveza. Llevan a cabo un ritual llamado en lengua
quechua “Ch´allakuy y tinkay”; acto en el cual, el hombre de la familia, besa
con su lengua a la llama en la boca y las mujeres adornan con cintas
multicolores sus orejas. Cielo tiene una fascinación cusqueña con las llamitas
de todos los tamaños, las visitamos diariamente en un campito de un monasterio
regado de alfalfa. Descubrimos el edén de las llamas.
Llama alimentándose en el edén: Machu Picchu. |
Cielo y Garcilaso. Museo de Historia de Cusco. |
Recorriendo el museo de historia de Cusco, me detengo a leer
una frase del escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio nobel de literatura:
“El progreso no significa solo muchos
colegios, hospitales y carreteras. También, y acaso, sobre todo esa sabiduría
que nos hace capaces de diferenciar lo bello de lo feo, lo inteligente de lo
estúpido, lo bueno de lo malo, y lo tolerable de lo intolerable, que llamamos
la cultura”
El problema que no tuvo en cuenta Mario Vargas Llosa es que
lo que él considera bello, inteligente, bueno y tolerable, para otros resultó ser
feo, estúpido, malo e intolerable. La cultura que él considera bella no es
inmune en sí al genocidio y a la esclavitud sin nombre de seis millones de aborígenes
originarios. El filósofo Walter Benjamín en su tesis VII de su texto “Conceptos
de Filosofía de la historia” afirma que no existe documento de cultura que no
sea a la vez documento de barbarie. Mario Vargas Llosa es heredero de todos
aquellos que han vencido. Hoy, participa del cortejo triunfal de republicanos
peruanos liberales, que pasan sobre los que también yacen en la tierra.
Algunos referentes culturales peruanos dejan mucho que
desear, no lo digo sólo por Mario Vargas Llosa, hay otro escritor muy venerado
en estos terruños, que ocupa un lugar central en la cultura peruana, que es el
Inca Garcilaso de la Vega, un hombre mestizo, hijo de un militar español y una
princesa Inca. Yo no sé cuál fue el mérito de este hombre, quizás su obra
literaria es muy buena, no sé, desconozco, no la leí. Pero la biografía de este
supuesto prócer es humillante, por lo menos, para todos los que han caído bajo
la espada española. La cosa es así,
resulta que este buen muchacho, poco después de la muerte de su padre, decide embarcarse
y dirigirse al viejo mundo, más precisamente a España, para mendigarle a la Corona
algún beneficio, por los servicios prestados de su padre al Rey. La cosa es que
la corona no le da ni bola, y además desprecia, no sólo la memoria de su viejo,
sino también la suya, por ser un maldito mestizo. Ustedes pensaran, bueno, es
aquí donde Garcilaso se revela y reivindica su sangre incaica, pero no, nada de
eso. El Inca Garcilaso de la Vega comienza su carrera militar bajo la orden de
la Corona española, y como buen soldado, llega alcanzar el grado de Capitán.
Tras la muerte de su mamá y su tío, abandona la carrera
militar y se refugia en la religión. Cabe mencionar, que recibe una suma
importante de dinero y bienes, que hereda fundamentalmente de su tío difunto.
Por lo cual, sus últimos años los vive holgadamente. Así como lo leyeron, esta es la verdadera historia patética de la vida del gran prócer peruano, que se
encuentra en plazas, escuelas y museos del Perú. Como ven, articular la historia oficial del Perú, no
significa reproducir el pasado tal y como verdaderamente ha sido, significa que
la clase dominante se adueña de un recuerdo, para evitar cualquier tipo de peligro en el
futuro. Para el filósofo, crítico
literario y coleccionista de citas: Walter Benjamín, el objetivo del cualquier
historiador materialista, es avivar la
llama de ese peligro: “El peligro amenaza tanto al patrimonio de la tradición
como aquellos que reciben la tradición” (Tesis VI, Conceptos de Filosofía de la
historia).
Digo, para todos aquellos, como Walter Benjamín, que quieren
redimir a los oprimidos de la historia, nos queda quizás, un último as bajo la
manga: “El don de encender en lo pasado la chispa de la esperanza”
cienpies incaico. |
Mate de Coca
Griselda fue al mercado de Waincha, en una búsqueda
frenética por recuperar los mates del atardecer. El termo rojo escarlata había
quedado olvidado en una Van, y los síntomas de abstinencia estaban comenzando a aparecer.
Pidió un termo a un puestero, y el vendedor le ofrecía un montón de termos preciosos,
pero todos sin pico matero. -No, no, necesito con pico para cebar mate- le
grita Griselda, chupándose el dedo para simbolizar la bombilla.- El vendedor
sonrió. - El mate para ustedes es como la coca para nosotros. No podemos vivir
sin ella- exclamó el hombre dándole un termo con pico vertedor color acero. Sesenta soles, más barato que en casa resultó. La globalización mal entendida.
Caminata desde la Central Hidroeléctrica hasta Aguas Calientes. |
Datos para el
viajero.
Queridos colegas trashumantes, en esta sección del diario,
arrojaremos algunos datos valiosos para emprender el viaje al Machu Picchu, que
significa en lengua quechua “montaña vieja”. El pasaje ida y vuelta en tren
desde la ciudad de Cusco hasta Aguascalientes tiene un valor de
aproximadamente, 200 dólares. Hay un convenio para los residentes y algunos países
andinos (Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia), en el cual pagan bastante menos,
sobre todo los peruanos. Pero para nosotros los argentinos, el valor del pasaje
es privativo, por lo cual, señalaré el camino alternativo para llegar a esta
maravilla del mundo.
La manera alternativa para llegar desde Cusco hasta Aguas Calientes
es la siguiente:
En la intersección de la Avenida Grau y Avenida Kancharina,
en las afueras de la ciudad de Cusco, parte un Bus hacia Santa María. El costo
del pasaje es de tan sólo quince soles, el tiempo estimado de viaje es de seis
horas. Cuando por fin llegás a la ciudad de Santa María, debes tomar un taxi hasta
Santa Teresa (pueblito montañoso y selvático, con aguas termales en medio de
sus montañas). El costo del pasaje es de diez soles. Por último, desde Santa
teresa se debe tomar otro taxi hasta la Central Hidroeléctrica. El costo del
pasaje por persona es de 5 soles. (El taxista cobra por persona, porque el auto
no sale hasta que no estén todos sus lugares completos). O sea, el costo total
del viaje es de treinta soles por persona, como ven queridos colegas viajeros,
este camino alternativo es muchísimo más barato y agotador que el viaje en el
tren de Harry Potter. Perdón, si ustedes creían que la travesía terminaba aquí,
no es así. Todavía falta el trayecto a pie, once kilómetros desde la Central Hidroeléctrica
hasta Aguas Calientes. Mientras bordeas las vías del tren, el paisaje te recuerda
a la película “Cuenta conmigo”, ¿Recuerdan? donde unos chicos emprenden una
caminata para encontrar el cadáver de un chico desaparecido y en el trayecto
sortean un montón de peripecias. Bueno, la vista del Machu Picchu de espaldas
es preciosa y el río marrón y caudaloso baja de la montaña con un sonido
furioso.
puente de Santa Teresa |
Zaratustra andino
Ukuku es el nombre en lengua quechua del superhombre andino,
cual Zaratustra para Friedrich Nietzche. Ukuku simboliza al hombre cuya
fortaleza espiritual y emocional le permite superarse día a día y estar en
armonía con la naturaleza.
El maíz es de América.
Para todos aquellos eruditos que aseguran que el maíz es un
producto agrícola que introdujo el viejo mundo europeo en nuestro continente, les
aseguro que no es cierto lo que dicen. Según el cuadro cronológico de la
evolución cultural del museo de Coricancha, en la ciudad de Cusco. El maíz
apareció en México 5000 años antes de Cristo. Ni el maíz es propio de ustedes.
¡Malditos colonizadores!
Aguas termales de Santa Teresa |
Ughu Pacha
Según la cosmovisión Inca, el
universo se divide en tres espacios infinitos. El hanan-pacha que significa el
mundo de arriba, donde habitan los dioses. El kay-pacha que es el mundo
terrenal, de aquí (espacio) y ahora (tiempo presente), donde vivimos los seres
humanos. Y, por último, el ughu-pacha, que significa en lengua quechua: mundo
subterráneo, que es el lugar donde habitan nuestros muertos, las raíces de
nuestra fertilidad e identidad. Tiene también un sentido espiritual este
concepto, que vendría a ser nuestro mundo de adentro.
Hay un temita que todavía no saldé
con mi vieja, que fue la cremación de mi difunto padre. Si hay algo en que no
estuve de acuerdo, aunque no lo manifesté, fue con la decisión de mi madre de
hacer cenizas a mi viejo. Creo, como los incas, que los muertos habitan el
mundo subterráneo, y que además fertilizan las raíces de nuestra identidad en
el mundo del aquí y ahora (kay.pacha).
No digo que seamos tan fanáticos de
momificar a nuestros ancestros, como hacían los incas con sus reyes o princesas.
Y en los períodos de siembra trasladarlos hasta la tierra para pedirles una
buena cosecha. No, tampoco me veo en el final de la materia de Sociología de la
educación con un saco de huesos de mi viejo. Pero si creo en el ritual judeo
cristiano de enterrar a nuestros muertos en un cementerio. No me gusta las
formas mortuorias posmodernas, donde todo es desechable, desde los restos de un
Bic Mac, hasta los restos cadavéricos de tu viejo.
Atardecer en el sur de Lima: Playa Punta Hermosa. |
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